Debe disfrutar de estas impresionantes rutas ciclistas en Mallorca, tanto si es un principiante como un ciclista experimentado. Hay pruebas fehacientes que respaldan la idea de que la isla es el centro del ciclismo europeo, con un número de visitantes que ya supera los 150.000 al año y algunos equipos profesionales que establecen aquí sus centros de entrenamiento durante el invierno.

La isla se ha ganado con razón esta reputación gracias a su clima cálido y soleado en otoño, invierno y primavera, así como a su exigente terreno, sus carreteras en buen estado y sus sofisticadas infraestructuras. Los entusiastas del ciclismo pueden encontrar pintorescas y tranquilas carreteras rurales por toda la isla, algunas de las cuales conducen a antiguos castillos, monasterios encaramados en las cimas de las montañas y faros. Si está en la isla para unas vacaciones en bicicleta, éstas son las rutas que no debe perderse.

Carretera de la Costa de Tramuntana

Sin duda, la carretera más bonita de Mallorca es la de la costa oeste, de 110 km, que se extiende desde Pollensa, en el norte, hasta Andratx, en el sur. El ascenso de 2.520 metros le lleva por el Coll de Femenia, el Puig Major (el pico más alto de Mallorca), Can Costa, Cap des Bosquet, Coll de sa Gramola, es Grau, y termina en Andratx. La carretera del Puig Major tiene 13,7 kilómetros, una altura de 818 metros y una pendiente media del 6%. Por el camino pasará por algunos de los pueblos de montaña más pintorescos, como el valle de Sóller, de color anaranjado, el famoso y pintoresco pueblo de Deià, la ciudad monasterio de Valldemossa, los pueblos costeros de Estellences y Banyalbufar (ambos muy recomendables para tomar un té con la clásica tarta de almendras), y luego todo es cuesta abajo hasta la ciudad de Andratx.

Cap de Formentor

Una de las rutas ciclistas más conocidas de Mallorca es la del Cap de Formentor. Al final de los 20 km de esta sinuosa carretera, que termina en el faro del Cap de Formentor y ofrece algunas de las vistas más impresionantes de la isla, se encuentra la encantadora localidad norteña de Port de Pollensa. La carretera solía estar muy concurrida en verano por coches de alquiler y autobuses turísticos, pero ahora es mucho más apta para las bicicletas gracias a la prohibición de la circulación de la mayoría de vehículos a motor en julio y agosto (entre las 10:00 y las 19:00).

Coll de Sóller

El túnel de Sóller se inauguró en 1997, y prácticamente todo el tráfico motorizado lo utiliza ahora para sortear las serpenteantes carreteras de la montaña. Como resultado, la antigua carretera es ahora un paraíso para los ciclistas. El Coll de Soller es una buena subida desde cualquier lado, pero es más difícil yendo hacia el sur.

Sa Calobra

La pequeña comunidad pesquera de Sa Calobra destaca por sus impresionantes vistas, sus curvas en horquilla y su difícil ascenso: 10 kilómetros con una pendiente aproximada del 7% y algunas patadas del 12% cerca del final.

Palma

La ruta ciclista más popular de Palma se extiende por el paseo marítimo desde Porto Pi hasta El Arenal, pasando por los elegantes barrios de El Molinar, Portixol, Ciudad de Jardn y los destinos vacacionales de Playa de Palma y Arenal. El camino es llano en su mayor parte, pero hay que tener cuidado con otros ciclistas, patinadores, paseantes, perros, niños y otros peligros potenciales. Dejando eso a un lado, el ciclismo es una forma fantástica de explorar el paseo marítimo de la ciudad, las playas y las discotecas, bares, restaurantes y hoteles de los alrededores de la capital. A lo largo del trayecto, las vistas son preciosas, y hay muchos chiringuitos y restaurantes junto al agua donde hacer una pausa y asimilarlo todo.

Oriente y la región central

La sección central de Mallorca tiene un terreno mayoritariamente llano y pasa por pueblos de gran atractivo como Santa Maria y Bunyola. También puede ascender por el Coll d’Honor hasta Orient, descender por Alaró y regresar al punto de partida, o continuar hasta Selva, Lloseta y Caimari. Hay numerosas formas de ir y volver para descubrir más de la isla. El mayor obstáculo de esta ruta es el Coll d’Orient, una subida gradual con un excelente firme que permite un agradable descenso.

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